6 de febrero de 2011

Sudor Frío: el pasado se hace terror

   
  La película Sudor Frío funciona perfectamente. Esto se comprueba en forma clara y precisa en el mismo momento en que, al pasar los créditos finales, los espectadores de una sala semicolmada, aplauden sin parar por unos cuantos minutos. Es muy raro que esto suceda con una historia de terror y suspenso. Y más teniendo en cuenta que el filme es argentino, se realizó con un presupuesto minúsculo y recién en las últimas dos semanas tuvo promoción en los canales de aire de la televisión local. 
   Adrián García Bogliano construye un relato en el que se entremezclan sorpresivamente lo más sangriento de nuestra historia pasada, con elementos típicos del cine de terror norteamericano, al mejor estilo Juego del Miedo, La Masacre de Texas o Scream. Aunque se trata de un género en el que casi nunca la política está presente, en Sudor Frío -y acá radica su transgresión y mejor logro- la historia truculenta argentina juega un papel fundamental en el origen de todos los males.


   Facundo Espinosa interpreta a un joven que busca a su novia, papel que hace la debutante Camila Velasco, quien desapareció por arte de magia. Él junto a una amiga, Marina Glezer, descubren el lugar donde supuestamente está la persona que a escondidas chateaba con ella. Es en esa casa antigua de la zona de La Plata donde dos psicópatas sexagenarios esconden más de 25 cajas de explosivos, y perpetran horribles crímenes.
   El principal defecto del filme son algunas actuaciones. No porque sean malas, sino por los desparejas que resultan. Los buenos trabajos de Espinosa y de uno de los asesinos interpretado por Omar Musa, son la antítesis de la mala performance de algunos de los actores secundarios y de Marina Glezer (lamentablemente hay que decirlo) quien por momentos desentona demasiado con sus compañeros.  La sorpresa es la perfecta actuación de la debutante en el cine Camila Velasco, quien se banca la película entera practicamente sin moverse.



   A pesar de este pequeño contrapunto (el único) García Bogliano, como un perfecto titiritero,  mueve los hilos de la tensión que va de menor a mayor. Con un estilo propio, que ya mostró en varias de sus producciones anteriores como 36 Pasos, Habitaciones para turistas y especialmente la extraordinaria No moriré sola, este director apela a los efectos de iluminación, explota perfectamente los primeros planos, usa de manera majestuosa la cámara lenta y los pocos efectos especiales que hay y desarrolla con muchísima precisión la tensión creciente construida con una banda de sonido de la hostia.
   Sin dejar de citar a grandes directores de género como Wes Craven, John Carpenter, George Romero y Lucio Fulci, y también remitiéndose, aunque no tan directamente, a películas de horror como Sé lo que hicieron el verano pasado, Scream, Halloween o cualquiera del subgénero slasher, Bogliano hace su mejor película. Para esto deja de lado lo artesanal de sus otras producciones, aparta las escenas impresionables por demás y las hace funcionales al relato, y entremezcla la realidad a la ficción, algo poco común en estas historias.


     Uno de los aciertos de este filme es hacer que la década del 70' se haga omnipresente en lo actual. Lo pasado vuelve para atacar este presente de tecnología, hiperinformación y conectividad al límite. Las ideas viejas y nefastas no dejaron de existir, sino que se quedaron latentes y pueden querer imponerse igual que hace décadas. La historia negra espantosa tiene un correlato actual, y lo que ya pasó podría volver a pasarle a cualquiera y en cualquier lugar, parecería que dice Bogliano a través de su película.
   Paura Flics, una pequeña productora platense, se unió con el estudio Pampa Films para la realización de Sudor Frío. Ambos estudios seguramente deben estar más que felices con el resultado de crítica y de público que tuvo su producción, ya que durante el primer fin de semana en cartel sumó casi 22 mil personas en solo 40 salas y quedó octava entre las más vistas, mérito increíble para una realización de este tipo. 
   Filme que seguramente seguirá creciendo a lo largo de las semanas venideras y que le abrirá las puertas a otras producciones de este tipo que a lo largo del 2011 se estrenarán en los cines argentinos.
 

3 comentarios:

  1. Asi que Camila garpa? Hay que verla entonces. Por la actuación, claro.

    Pd: eso de los números como letras en el afiche es una grasada

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  2. Es el principio de todo los números. Mejor no cuento más. Gracias por tu buena onda Wes. Ah, me olvidaba, Camila tiene buen gomaje. Ciao.

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  3. Gracias por la información y el resumen. Voy a ver como hago desde aquí para verla.

    Abrazo y espero el próximo comentario cinéfilo

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