16 de enero de 2011

Fringe: la guerra de los mundos


   Con su tercera temporada circulando por el cable norteamericano y argentino, la serie Fringe  es la mejor exponente de la ciencia ficción que hay hoy. Con el espíritu inconfundible de Los Expedientes Secretos X (X-Files, 1993-2002) y de La Dimensión Desconocida (The Twilight Zone, 1959-1960), y referencias constantes a otras producciones de su tipo que agrandan su condición de programa "de culto", Fringe logró obtener su climax narrativo en el comienzo de este nuevo año.
   Es que la posibilidad de los guionistas de jugar con lo que pueda pasar en un universo paralelo, es la piedra fundamental de la historia. Sus creadores J. J. Abrams, Alex Kurtzman y Roberto Orci construyeron finamente desde 2008, año de su capítulo piloto, un mundo donde los casos policiales investigados por el FBI se entremezclan con explicaciones científicas (y no tanto) y experimentos bizarros.


   Básicamente lo que cuenta Fringe es la vida del grupo de investigación "División Fringe"  integrado por una agente del FBI atormentada y soltera, a la vez que hermosa y elegante, Olivia Dunham (Anna Torv); un científico borderline, ex adicto a cualquier sustancia alucinógena y brillante por donde se lo mire, Walter Bishop (John Noble) y el hijo de él Peter Bishop (Joshua Jackson), un pseudo agente policial quien poco a poco generará tensión sexual con Olivia y será la clave para desenmarañar toda la trama.
   Construida sobre la base narrativa de la resolución unitaria de casos extravagantes, inexplicables y sin respuestas reales posibles, Fringe alterna estos relatos con un hilo conductor que muestra, y mucho más en esta temporada, la guerra encarnizada entre dos mundos con personajes que parecen iguales pero son totalmente distintos. 
   Párrafo aparte merecen las actuaciones de sus protagonistas. Tanto John Noble como Anna Torv, construyen sus personajes en forma genuina y creíble. Esto tiene mucho más mérito por tratarse de un envío de ciencia ficción y no de un drama, donde supuestamente las actuaciones son pasadas a otro plano. Quizás el punto donde tiene un escalón más alto que X-Files son las interpretaciones de los personajes, no solo de sus protagonistas, sino también de los secundarios. 
   La tercera temporada arrancó con la agente Olivia atrapada en el otro mundo, en las manos del Walter alternativo (o Walternate) un siniestro líder con poder, dinero y mucha inteligencia que hará lo posible por destruir sin contemplaciones y utilizando cualquier artilugio al "otro" mundo. Justamente su plan consiste en que la Olivia de su universo se haga pasar por la verdadera Olivia, y así poder obtener información precisa de lo que ocurre allí. Los cambios, idas, venidas, partidas y vueltas de los personajes será desde donde la historia relate lo que quiere contar: la guerra entre dos bandos.


   A pesar de la delicadeza con la que está producida, de lo excepcional que a veces resultan sus guiones y de los constantes guiños a otros envíos de su mismo género, Fringe sufrió una baja de audiencia: de 6.36 millones durante la temporada segunda bajó a 5.12 durante lo que va de la tercera, una merma de un 20 por ciento. Por esto, la cadena FOX resolvió cambiar de día el envío y lo llevó del ultra competitivo jueves al casi olvidable viernes, día "desechable" por así decirlo, para tratar de "salvar" el show.
   "No estamos matando a la serie. La semana pasada (por el último episodio que se emitió) más del 45% de la audiencia grabó el capítulo. Eso es casi la mitad de la audiencia viéndolo en sus DVRs. Me partiría el corazón si los fans dejasen de verla solo porque cambió de noche. Espero que sigan con ella, y si no, siguen teniendo la opción de grabarla en sus DVRs. Si se acerca a los números que estaba teniendo los jueves, podemos pegar la serie con pegamento a nuestra programación, porque seria una gran victoria", explicó el Presidente de Entretenimiento de la cadena FOX Kevin Rilley, cuando se conoció el cambio de día.
   Esta decisión no fue interpretada por uno de sus productores ejecutivos como un castigo. "Desde adentro uno sabe cuando está perdiendo apoyo desde la cadena y los estudios. Para nosotros fue todo lo contrario", dijo Jeff Pinkner.
   Para Noble, uno de los actores principales, también la medida parece más beneficiosa que condenatoria. "El sentimiento que prevalece es que moverse a la noche de los viernes puede ser una bendición disfrazada. Menos interrupciones, y menor gran competencia. Los viernes por la noche quizás presente un reto, pero nuestra confianza en nosotros mismos y el compromiso están por la nubes. El tiempo lo dirá”, comentó.
   El próximo episodio llamado "Firefly" tendrá un condimento especial para los que son fanáticos de la ciencia ficción. Es que participará como actor invitado Christopher Lloyd, el ex Doctor Emmett Brown del clasicazo Volver al Futuro (Back to the Future,1985). Así se terminará el receso de fin de año del programa, y comenzará a dibujarse el futuro real del show, que se espera, sea promisorio.



1 comentario:

  1. no mires más tele pibe!! hace como yo que Nunca lo haré ni lo volveré a hacer

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