23 de diciembre de 2010

Dexter: el encanto de ser asesino


A través de sus cinco temporadas la serie Dexter que emite el canal de cable norteamericano Showtime desde el año 2006, logra transmitir una sinergia tal que el espectador se coloca siempre del lado del asesino. No hay chance de que el televidente que se enganche con el programa pueda estar en contra del protagonista y su hipnotizante modo de ser y de actuar.
Basada libremente en el libro El oscuro pasajero de Jeff Lindsay, Dexter comenzó su quinta temporada sin una de sus protagonistas principales. Es que durante su cuarto año, el forense  de Miami que mata asesinos seriales,  sorteó diferentes situaciones límites que derivaron inexorablemente en una vuelta de tuerca impensada para sus seguidores: la muerte de su esposa Rita en manos del oscurísimo criminal Trinity.
Este final provocó que durante buena parte de los episodios nuevos, Dexter Morgan se convirtiera en un monstruo imparable, sin su habitual frialdad para planificar cada paso y cada cuchillazo. Esa modificación de su conducta generó que en el primer asesinato que él logra cometer fríamente, Dexter sin proponérselo salve a una joven de nombre Lumen.
Con este giro, la serie tomó un impulso diferente al de sus otras temporadas. Es que otros años, el protagonista resolvía casos casi a la par de las muertes que les propinaba a peligrosos homicidas seriales. Esta vez su relación con Lumen y la búsqueda frenética y violenta de sus atacantes, se convirtió en el hilo conductor de lo que ocurre. Una vuelta bien novelesca para un show que en sus comienzos mantenía una estética y un estilo más de unitario.


La dupla que formó Michael C. Hall, el actor que personifica a Dexter, con la acongojada, traumada y vengativa Julia Stiles, la actriz que hace de Lumen, es armónica, estilizada, virtuosa y perfecta. Los encargados del casting lograron encontrar en Stiles la partenaire perfecta de Hall, superando con creces sus anteriores parejas.
Es que, más allá de su continuidad en la historia, Julie Benz, que interpretó a Rita durante cuatro años, no terminó de cerrar nunca interpretativamente. Su modo cansino, lento y casi tonto de hablar, hacían de Rita alguien que en lugar de mostrar ternura y paz, terminaba generando rechazo en el espectador en más de una ocasión. Igualmente Benz nunca llegó al nivel paupérrimo que logró la actriz Jaime Murray, quien durante la segunda temporada hizo de Lila West, una piromaníaca enloquecida de sexo con Dexter. Este fue con certeza, el peor personaje de la serie hasta ahora.
Más allá de este último desliz, el nivel actoral del show es realmente magnífico. Además de Hall y de Stiles, los más destacados esta vez son dos. La primera es una vez más Jennifer Carpenter, quien hace el papel de Debra Morgan, hermana de Dexter y astuta detective que pareciera descubrir algo de lo que sucede a su alrededor. El otro es el actorazo invitado Peter Weller, quien hace de un policía de Miami, separado de la fuerza por corrupción, que lentamente se acerca a Dexter.
Los productores, en cierto momento del año, estuvieron con miedo de no poder seguir filmando. Es que Hall estuvo internado haciendo un tratamiento médico, ya que hace algo más de un año le diagnosticaron un linfoma de Hodking. Para bien de él, en marzo de 2010, y justo antes de comenzar a grabar los capítulos, el actor terminó con aquel proceso y la enfermedad entró en remisión.


Hall no sólo se enfermó gravemente interpretando Dexter, sino que se casó con su compañera de trabajo Carpenter en secreto en 2009, y se divorció en estos días "por diferencias irreconciliables", de acuerdo a la demanda de divorcio que le envió la actriz a su colega de 39 años. El motivo de la separación sería un romance que tuvo el actor con Julia Stiles, durante la filmación. Es tan fuerte el rumor que la actriz involucrada tuvo que salir a desmentir los dichos en algunos medios gráficos.
A pesar de los problemas personales internos de sus intérpretes, la quinta temporada de Dexter fue en términos numéricos la más exitosa de todas, y se espera que supere en premios a la anterior, ya que enero y febrero son meses fuertes en galardones. De acuerdo a cifras que citan diferentes sitios de internet especializados el episodio final "The Big One" fue visto por casi 3 millones de personas en todo Estados Unidos y representó un 40 por ciento más de audiencia que el de incio de dicha temporada llamado "My bad".
La cadena Showtime gambetea las rispideces entre los protagonistas y vislumbra un futuro más prometedor para su nave insignia. Ya tienen todo listo y firmado para la sexta temporada, cuyo rodaje comienza en el mes de marzo de 2011. Se especula que, como siempre en septiembre, esté en el aire. Y que sus asesinatos sigan encantando como hasta ahora.

20 de diciembre de 2010

De vuelta a la infancia


Luego de la excelencia fílmica que la compañía Disney Pixar logró con Wall-E (2008) era casi una misión imposible realizar una película con ese tono, de esa factura y con aquella delicadeza. Quizás no al nivel perfecto de la historia del robotito perdido en la tierra, pero si superando a sus dos antecesoras, Toy Story 3 (2010) es la mejor película animada del año y una de las mejores en su género.
Es que las compañías Pixar Animation Studio y Walt Disney Pictures armaron un grupo de excelencia para contar la tercera parte de la trilogía de los juguetes que cobran vida, sin que los humanos se den cuenta. El triunvirato responsable de la historia está integrado por Lee Unkrich, director, quien también participó como co-director de los filmes Buscando a Nemo (2003), Monster Inc. (2001) y Toy Story 2 (1999); John Lasseter, director de Toy Story (1995), Toy Story 2 y Cars (2006); y Andrew Stanton, quien estuvo a cargo de Wall-E. Como se ve, un equipo que desde el vamos tenía todo para hacer algo fuera de lo convencional.
La historia de Toy Story 3 es sencilla. Andy, el nene de la primera y la segunda película, ya es un adolescente que tiene que ir a la universidad. Entonces su madre le da a elegir: o se deshace de sus juguetes para donarlos a alguien que los vaya a usar o los guarda ordenadamente en el ático. Como siempre, distintas situaciones (típicas de las más inocentes comedias de situaciones norteamericanas) provocarán que el grupo legendario de juguetes vaya a un lugar al cual no tendría que haber llegado.
Párrafo aparte merece la calidad narrativa con la que está contada toda la vida de Woody, Buzz Lightyear y sus amigos en la guardería en la que accidentalmente caen. Este lugar, si bien parece una cosa al comienzo, termina siendo un nefasto campo de concentración para los juguetes, comandado por un oscuro dictador en la piel aparente de un oso de peluche, sedoso, buenazo y de color rosa. 
Toy Story 3 es una historia humilde, entretenida, bien contada, que no apela a clichés, cosa que sí hacen otras películas infantiles. Con personajes conocidos y una técnica realmente impecable, este film está dentro de los cinco mejores en su género. Su inocencia, su mensajes sobre la infancia y la amistad y su capacidad para atrapar al adulto en su narración, va de la mano con la excelente recepción que tuvo tanto en la crítica especializada como en la taquilla. 
Con un presupuesto de alrededor de 200 millones de dólares, esta película se convirtió en la más exitosa de las productoras Disney y Pixar superando la recaudación en más de 1.050 millones de dólares en el mundo. Asimismo se tuvo récord la recaudación que hizo en su primer fin de semana de estreno: algo más de 110 millones de dólares. Es decir que en sus primeros días recuperó la mitad de la inversión.
Teniendo en cuenta el final, será complicado que los productores hagan una cuarta parte. Seguramente los acordes musicales que dicen "yo soy tu amigo fiel" se van a extrañar.

9 de diciembre de 2010

El gran superhéroe mexicano


Cuando uno está frente a la película Machete (2010) tiene que asumir dos cuestiones. La primera, es que lo que está a punto de presenciar es una artificiosa, malhablada, grandilocuente y exagerada película de acción. La segunda es que nada de lo que ocurre en la pantalla puede llegar a pasar en la vida real. Si la persona que se sienta en la butaca asume estas dos cuestiones claves, disfrutará minuto a minuto el gran filme que realizó el fenónemo de Robert Rodríguez.
En los casi 105 minutos que dura Machete, Danny Trejo -ese actor mexicano duro, recio, ex convicto, tatuado y de pocas palabras- construye un héroe a su medida. La historia es la de un ex federal mexicano, quien sufre el salvaje asesinato de su esposa por parte del líder de un cartel de drogas. Exiliado a Estados Unidos, Machete, es contratado para matar a un senador. Las cosas cambian cuando él es traicionado en el momento en el que le estaba por matar al político y le disparan a él. La venganza de Machete no se hace esperar, con la consecuente cantidad de tiros, machetazos y trompadas necesarios.
Este filme es una especie de spin-off de la película Grindhouse (2007) que uniera dos largometrajes de los dos amigos entrañables de Robert Rodríguez y Quentin Tarantino, como Planet Terror y Death Proof respectivamente. Este gran programa cinematográfico (de una duración de más de tres horas) pretendía hacerle un homenaje a los géneros populares de la década del 70' como el terror bien bizarro y las cintas de locos motorizados persiguiendo chicas y asesinando sin parar. Es por esto que en el medio de los dos largos, se mostraban trailers, que no eran otra cosa que  falsas publicidades sobre supuestas películas por venir. Entre ellos figuraban “Thanksgiving” de Eli Roth, “Werewolf Women of the SS” de Rob Zombie, "Don't" de Edgar Wright y finalmente "Machete" de Robert Rodríguez.
Rodríguez construyó un filme a su medida. El héroe mexicano, Danny Trejo. Las dos mujeres que irradian belleza latina, buenas curvas y potente acción, Michelle Rodríguez y Jessica Alba. El malo, que a pesar de su condición tiene todo el carisma, Jeff Fahey (para los fans, Lapidus de Lost). El malísimo, y más duro que una tabla de roble, Don Johnson. El político garca, facho y nefasto, Robert De Niro. La loca, bonita y durísima, Lindsay Lohan. Y el narco, gordo, pseudo latino y pseudo actor, Steven Seagal.
Machete es una cinta con poca sutileza. Es más, por momentos toca de costado el género gore. Pero nunca deja de ser una película de acción como las de antes. Rodríguez muestra que luego de cintas de lujo como Del Crepúsculo al Amanecer (1996) o Desperado (1995), está para volver a esas realizaciones violentas y adultas y olvidarse de sus coqueteos con las películas infantiles como la saga de Mini Espías (2001).
Como un western mexicano moderno, Machete tiene referencias y citas constantes a la segunda parte de Kill Bill (2004) y a varias películas clásicas de cowboys como A la hora señalada (1952), y también Rodríguez se auto homenajea a lo Tarantino citando a El Mariachi (1994) y a Planet Terror (2007).
Rodríguez logra dos momentos casi sublimes y tan políticamente incorrectos como disparatados (tres si contamos la sola presencia del magistral Don Johnson). Cuando hace que los latinos siempre olvidados en este tipo de películas, tengan diálogos desopilantes como el que tienen los guardaespaldas del jefe malo de Jeff Fahey sobre la realidad latina en norteamérica. Y la hilarante campaña política del senador John MacLaughlin, interpretado por un distinto Robert de Niro, en la que se plantea la idea de la "no amnistía para los parásitos" de los inmigrantes mexicanos.
Debido al gran éxito, no sólo en Estados Unidos, sino a nivel mundial de Machete, y teniendo en cuenta el final de la película, algunas informaciones sostienen que en el 2011 comenzarán a filmar su secuela. Ojalá sea así para poder volver a escuchar a Danny Trejo decir con voz casi de Tarzán: "Machete don't text".